miércoles, 15 de diciembre de 2010

TALLER DE LITERATURA

Al caballero Arnaldo le gustaba comer las setas asadas con la salsa de la carne. Era un gusto bastante peculiar para los caballeros, pero era respetado por todos sus vasallos. Era muy tacaño, y cuando se sentaba para disfrutar de sus setas, no invitaba a nadie más que su estómago y su bigote. Cuando las situaciones bélicas no afectaban a su buen ajetreo, dedicaba gran parte de su tiempo a la ordenanza de los menesteres propicios para el cultivo de las setas, dando órdenes y garrotazos a sus peones. Un día, mientras dormía se le apareció el fantasma de 

3 comentarios:

  1. de las batallas invencibles. Arnaldo no daba crédito, se fotró fuerte los ojos y le observó atentamente, era un fantasma con aspecto tenebroso, ropas desagarradas que daban la impresión de haber sufrido alguna batalla y sostenía en la mano izquierda una especie de pala con restos de tierra. Arnaldo se quedó mirando su huesudo dedo y el fantasma le dijo:
    - Tú
    - ¿Yo qué?- dijo Arnaldo que cada vez se escondía más entre las sábanas- ¿Qué quieres? ¿Quién eres?
    - El fantasma de las batalla invencibles, necesito de tu ayuda.

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  2. Arnaldo se le quedo un poco sorprendido ya que no solo no le gustaba la idea de tener enfrente a un fantasma, sino que al pensar todo lo que representaba solo podía sentir odio y frustración ante él. Se armó de valor y mirándole de frente le pregunto:
    - ¿Y qué se atreve a pedirme el fantasma que nunca me ha ayudado? No sé si realmente deberías venir pidiendo...
    El fantasma no le discutió, ya que en el fondo no le faltaba razón para que el caballero Arnaldo estuviera enfadado con él. Para calmar la tensión decidió proponerle un trato:
    - Querido Arnaldo, si tú me ayudas a vencer al fantasma del amor y la esperanza, nunca volverás a perder ninguna batalla.
    Por un momento Arnaldo se lo pensó y finalmente llego a la conclusión de...

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  3. que le ayudaría. Arnaldo se apresuró a preguntar al fantasma cómo podría vencer a su tan odiado enemigo.
    - Muy sencillo - repuso el tenebroso fantasma. Tan sólo tienes que esperar a que él se te presente, y, cuando eso ocurra, atacarle con tu espada más poderosa. Pero ten cuidado, porque deberás ser un valiente caballero, ya que este fantasma se te aparecerá en aquellos contextos de tu vida en los que prevalezcan el amor y la esperanza, por lo que tienes que evitar estos sentimientos y hacer caso a tu cabeza, llevando a cabo tu misión encomendada...

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